Antonio cuida de su esposa y uno de sus miedos es la soledad. Lo explica con estas palabras.
E: ¿Ha pensado en el momento de la muerte y en lo que va a pasar?
P: Sí. Hasta hace poco, no. Ahora sí que lo pienso, lo que va a pasar. Pues hombre, es duro. Es duro porque, por una razón: que me voy a quedar solo. Cuando eres joven o cuando eres una persona soltera, la soledad incluso te gusta. Cuando estás casado, a veces necesitas de momentos de soledad y la buscas, incluso a veces desearías tener más soledad, cuando tienes problemas o por circunstancias. Pero todo eso que en cierto momento lo deseas ahora te da miedo.
Y no te da miedo por el mero hecho de quedarte solo, te da miedo el que tú estás compartiendo con una persona que ya no vas a compartir, donde piensas y ahora yo qué. Yo qué…¿A quién le manifiesto mis sentimientos? E incluso, ¿con quién voy a discutir? A quién le manifiesto, pues eso, mis alegrías, mis tristezas, mis penas … A tus hijos no. Tus hijos bastante tienen ya.