Algunos sólo toman un medicamento y en otros casos han tenido que asociar varios antihipertensivos para llegar al control de su tensión arterial. Hay quienes no han necesitado cambiar nunca de medicación y quienes han requerido variarla o aumentar la misma por distintas circunstancias, o incluso los horarios del día en el que lo toman. Así lo explican dos de los participantes.
“Al principio cuando llegué al médico de cabecera me dijo `bueno vamos a tomar ya una pastilla para ir empezando a controlarla´ y después el especialista me dijo que siguiera con … Incluso me la dobló, porque era una de 20 y me la doblaron a 40 hasta que tuviera un diagnóstico y saber si me la bajaban, me daban otro tratamiento a mayores para compensar. Y de momento estoy ahí”.