J. es de esos casos en los que decidió dejar de trabajar para afrontar el proceso porque su experiencia previa le llevaba a pensar que requería tranquilidad para lograr su objetivo.
Yo cogí un trabajo que lo podía coger y soltar cuando quisiera. Lo tenía todo previsto. Y sin embargo la otra vez, lo programé tanto que quería coger el paro, porque me fui de un trabajo que estaba fija, me metí en otro y lo organicé tanto para coger el paro justamente cuando quedara, ¿sabes?, irme de baja, coger el paro, estaba haciendo un curso de cocina, bueno un rollo, que quise programarlo tanto que me salió todo fatal. Todo, todo, todo. Sí que quiera coger la ayu... el paro, todo ese rollo, pero lo que de verdad me interesaba, que era ser mamá, no lo logré porque era con tanto estrés y tanto tal que dije “mira no”, es que no, es que no.