J.R. valora mucho la dedicación y tiempo de algunos de los profesionales que le han atendido.
“Tuve, tuve un momento de caída muy fuerte, y la encargada de planta tuvo la delicadeza de dedicarme como media hora, tres cuartos de hora de su tiempo, y me comentó “si no te animas puede que en cuatro días ya no estés aquí. Si te animas en una semana te vas para tu casa.” Digamos en síntesis de lo que me comentó porque fue una conversación muy larga y tendida, gráficamente porque uno estaba acostado, ¿no? Al día siguiente me levanté, y ya empecé a hacer ejercicios, o sea caminar y, hombre, con mucha pena, no, muy penosamente, pero con ese espíritu de superación. Si no sí me hubiese ido.”